Mejorar el acceso de las personas con discapacidad a la conducción de vehículos es uno de los objetivos de la Dirección General de Tráfico. El anuncio de la directora general de Tráfico en una conferencia en Sevilla nos hace preguntarnos: ¿De qué va esto ahora?
¿Qué ha dicho?
Se van a actualizar y adecuar las pruebas de acceso y reconocimiento para que tengan las mismas oportunidades. De hecho, hay un plan piloto que va a ponerse en marcha, en breve, y que se aplicará a toda España en 2016. La noticia corre por los diferentes medios, puedes leer algo más en este otro artículo.
Este plan afecta a centros de formación, a centros de reconocimiento, a médicos especialistas y a examinadores de tráfico, es decir, a todos los niveles del proceso de obtención y renovación del carnet de conducir. No hay mucho más por el momento. Estamos ansiosos por conocer todos los detalles.
Un poco de historia.
En el año 2008 se realizó una macroencuesta de discapacidad. Uno de los resultados más fascinantes es que había aproximadamente medio millón de personas con una discapacidad que afectaba a la conducción del vehículo. Estas personas podrían conducir con adaptaciones específicas en su vehículo, pero sólo 60000 tienen prescrito su uso. ¿Y el resto? ¿Están conduciendo sin ellas? No lo creemos.
¿Cómo mejorar el acceso de las personas con discapacidad a la conducción de vehículos?
1.- Calidad de la propia evaluación
Cada persona vive su discapacidad de distinta manera y la percibe de distinto modo. Hay tantos matices como personas. Hay personas con discapacidades muy similares que son capaces de realizar tareas muy dispares. Ejemplo de discapacidad y superación.
Si se te ha prescrito una adaptación para el vehículo, aunque consideres que no es necesaria, debes instalarla para circular con seguridad.
Por lo tanto, concienciar e informar tanto de la necesidad de adaptaciones como de la posibilidad de conducir si se realizan las modificaciones oportunas es una tarea básica y fundamental.
Y un detalle de la experiencia en nuestro centro: a la mayoría de personas con una discapacidad a las que se les prescribe alguna modificación para el vehículo son tremendamente consecuentes, responsables y conscientes de la importancia de estas adaptaciones para su seguridad y buen desempeño. Esto es algo que debería de servirnos de lección a todos.
2.- Coste económico de las modificaciones
Un vehículo, cualquier vehículo, supone un desembolso económico considerable. Añade las modificaciones y adaptaciones que hay que realizar y el precio aumenta. Hay tantos dispositivos como discapacidades y pueden cubrir casi todas las necesidades, pero ninguno es barato. Los últimos planes PIVE han aportado alguna ayuda al desembolso que esto supone.
3.- Valoración objetiva, cuantificable y reproducible del proceso de valoración.
En general, para acceder al permiso de conducir con una discapacidad es necesario primero una pasar un reconocimiento psicotécnico. Este reconocimiento valora cómo tu discapacidad afecta a tu capacidad para conducir. En el informe posterior se recomendarán las adaptaciones que necesite en su vehículo conforme a la legislación vigente. Es muy importante, por tanto, el grado de formación y el rigor de los profesionales encargados de la realización del reconocimiento si el conductor con discapacidad quiere conducir de forma segura. No debería de haber diferencia entre las prescripciones de adaptaciones para el vehículo en función de qué centro te realice el reconocimiento.
4.- Formación específica de los evaluadores
Las personas con discapacidad suelen obtener muy buenos resultados en las pruebas a las que se someten, generalmente por encima de la media ya que son conscientes sus límites y su nivel de exigencia es mayor. Suelen estar muy bien preparados, y los exámenes para el carnet de conducir no son una excepción.
Además de su propio grado de preparación, sería deseable la constitución de un cuerpo de examinadores con formación específica.
Recuerda que también una vez realizadas las modificaciones del vehículo se puede exigir una prueba en pista con presencia de examinadores de tráfico para comprobar que todo marcha como es debido.
5.- Uniformidad en todos los niveles del proceso
En definitiva, que con independencia del centro psicotécnico o lugar de residencia o examinador de tráfico el proceso sea lo más objetivo y reproducible posible.
Ya lo decía en 2014 en un artículo de la revista de la DGT la subdirectora de Intervención y Políticas Viales de la DGT, Mónica Colás,
«Si no se tiene una discapacidad muy estandarizada, el acceso al permiso de conducir se complica. Sería necesaria una evaluación y una formación más específica a través de un centro de reconocimiento especializado y de expertos evaluadores. Y en eso estamos»
Esto debería aplicarse a todo el mundo. Con discapacidad o sin ella.
Mejorar el acceso de las personas con discapacidad a la conducción de vehículos es uno de los objetivos de la Dirección General de Tráfico. Desde 2008 se trabaja en esa dirección. Mucho se ha hecho y mucho queda y quedará por hacer, pero cada paso cuenta.
En 2016 nos anuncian cambios que pueden ayudar a que conducir sea más seguro para todos, y a animar a conducir a personas que ahora no lo hacen.
Esperamos estos cambios con ilusión.
Cuéntanos tu experiencia. Y si tienes una discapacidad, quieres conducir y no lo haces, ¿cuál es el motivo?
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